Cualquier tratamiento exitoso parte de la base de un diagnóstico adecuado. Considerando la edad y la alteración que presenta cada paciente, seleccionamos de manera cuidadosa las pruebas apropiadas y una vez aplicadas, realizamos la interpretación e integración de los resultados. Dicho análisis, complementado con nuestra experiencia clínica, se resume en un informe inicial que es explicado detalladamente a los familiares del paciente. Las valoraciones se repiten cada cuatro meses con el fin de observar con claridad los avances obtenidos gracias al tratamiento aplicado.
Entregamos personalmente una copia del informe a las maestras titulares del niño junto con recomendaciones específicas
sobre la forma en la que pueden apoyarlo dentro del salón de clases.
Mantenemos una comunicación estrecha con otros profesionistas involucrados en el tratamiento del paciente, entre ellos:
médicos, psicólogos, terapeutas físicos o servidores sociales.